Oscar Lopez Rivera: Indispensable

Justicia Social


Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida, esos son los imprescindibles.

-Bertolt Brecht


A pesar de que cuando el poeta alemán Bertold Brecht nos regaló ese pensamiento tan sabio y profundo, Oscar López Rivera no había nacido, seguramente se estaba refiriendo a él.

Tiene que ser así porque valía, temple y compromiso, que se necesita para ser indispensable como describe el poeta, solamente surge como Oscar. Nuestro héroe nacional, es representativo de todo lo que nuestra patria, y el mundo necesita. Un hombre que con su ejemplo de valor y sacrificio enaltece todo lo que significa dignidad y virtud. Quien ofrenda su libertad física por defender lo que la mayoría de las personas disfrutan y en muchas ocasiones no valoran.

Los que ostentan el poder y abusan de él, son los llamados a ser, y dar, el ejemplo ante esta sociedad que vivimos, sufrimos y padecemos. Obviamente, para cumplir con ese compromiso se requiere tener lo que a todas luces carecen: vergüenza, decoro, virtud, respetabilidad, y sobre todo dignidad. Por eso es fácil entender por qué, según ellos, Oscar tiene que permanecer encarcelado. A él le sobra abundancia, de todo lo que ellos carecen. Pero para bien, en una humanidad enferma donde se antepone el beneficio personal sobre todo lo que sea de beneficio colectivo, tenemos ejemplos, modelos, de virtud y de coraje como Oscar López Rivera.

Nace en cuna humilde de padres trabajadores con los conceptos más altos hacia la moral y los valores, que por virtud del compromiso y la responsabilidad le fueron legados a él y a sus hermanos y hermanas. Base fundamental para forjar lo que con los años se convierte en el ejemplo de temple e intolerancia hacia los abusos y los desprecios que sufrimos todos los puertorriqueños por parte de los Poderes Permanentes en las fauces del monstruo metropolitano y aquí en la Isla.

Y es ahí la grandeza de Oscar, como todo hombre de valía que atestigua la historia, toma responsabilidad, en nombre de todos los que no pueden defender su dignidad por sí solos, de hacer lo propio en nombre del derecho y la justicia.

Sin pensar en el riesgo que sus reclamos acarrean, sin pensar en su beneficio personal, sin pensar en la pérdida de su libertad física, sin pensar en nada que no sea lograr el objetivo más en la escala de los valores del ser humano, el derecho a ser lo que anhelamos LIBRES.