Farruko: el arte de ser adulto menor

Cultura


Farruko, el joven exponente del ritmo música urbana conocida por reggaeton, se presentó el sábado en el Coliseo de Puerto Rico, en lo que constituye uno de los conciertos más impresionantes de lo que va de año que se haya presentado en todo el país, bajo la producción de José Dueño. Para sorpresa de muchos, Farruko expuso 30 temas, en una velada de dos horas y medias, ante un Coliseo (en su modalidad pequeña) completamente lleno. Se trató de una producción trabajada con mucho esmero y cuidado, donde todos los detalles estuvieron cubiertos con una estética dirigida a poblaciones jóvenes, pero con el ojo crítico de la mirada de poblaciones adultas.

El concierto titulado Farruko y los menores, contiene una explicación que proveyó el artista en tarima. “La vida como menor, es siempre más bonita, pues todo era nuevo e ingenuo”, sentenciaba con su voz y liderato cautivante este joven de apenas 22 años de edad. Para los que no lo conocen, y tal vez lo han vinculado incorrectamente con formas violentas y chabacanas del género, Farruko presentó un concierto con un alto contenido nacionalista, promoviendo una ética del bien, muy cuidadoso de invocar a Dios y Jesucristo de forma innecesaria, y más que nada orgulloso de la vida que ha tenido, donde como él muy bien apuntó, “lo único que yo sé hacer es cantar”. Para un joven padre, con vida de pareja anunciada y no pronunciada, y donde temas como la infidelidad fueron discutidos por él de forma crítica y compleja, realmente hablando lo menos que uno puede desear es conocerlo más y apostar a él como proyecto de presente y futuro.

A lo largo de los temas que cantó, Farruko logró, desde el principio, establecer una genuina armonía con el público, sin trascender a ningún acto indebido o chabacano, y sobre todo, luciendo en todo momento como lo que es: un líder innato de los sectores jóvenes del país. Abrió con el tema Bomboneo, y recorrió los temas que a él le han hecho famoso, entre otros Nena Fichu, Va a ser abuela, Su hija me gusta, Hola Beba, y Voy a beber (remix con Nicky Jam). Dicho lo anterior, el resto de los temas los compartió con otros destacados artistas del género, donde más que nada brilló la elegancia, la astucia en la pronunciación del ritmo y la lírica, y la diversidad de estilos o subgéneros dentro del reggaeton. A lo largo del concierto efectuó seis cambios de ropa, todas ellas cuidadosamente escogidas para la sección del concierto.

Entre otros artistas que compartieron tarima, todos hombres, hay que mencionar a Óptimo, Divino, Zion y Lenox, Baby Rasta y Gringo, J Balvin (primer reggaetonero colombiano que se presenta en el “Choliseo”, Ñengo Flow, Yomo, DY, Jory, Sean Paul, Delaghetto, y Daddy Yankee. También se le rindió un homenaje a Héctor “El Father”, ahora el pastor Héctor Delgado. La instrumentación estuvo a cargo de una banda de seis músicos, y un conjunto de bailadores y bailadoras de 12 personas. La calidad visual entiéndase luces, videos, efectos especiales, y otros detalles, fue de la mejor calidad.

Algo que fue muy curioso de la presentación de Farruko, fue lo articulado que resultó ser este exponente del género reggaetón para su corta edad. Para un joven de cuya trayectoria había mucho desconocimiento en los sectores no afines, es particularmente importante destacar que éste profundizó continuamente en el sentimiento nacionalista de reafirmarse y sentirse puertorriqueño; promovió una ética del bien-bien, sobre todo cuando se expresó en contra de la violencia doméstica; habló con franqueza de la complejidad de las relaciones humanas hoy, donde la fidelidad es un asunto complejo que tanto hombres como mujeres, heterosexuales, no logran garantizar; y habló continuamente del rol de los padres, en su caso padre de un niño de apenas cuatro años, de promover un buen modelo de educación, y más que nada cuidar y no maltratar a los niños. Curioso que desde el principio del concierto hasta el final, Farruko hizo alusión al pueblo trabajador, a las madres y padres solteros que son asalariados y que trabajaron duro para comprar ropa fina y estrenarla en el concierto de anoche. Fueron tan correctas todas sus palabras en todo momento, que más allá del descubrimiento, uno relacionó al joven exponente con otros talentos del género de la música urbana, como lo es el grupo contestatario Calle 13. ¿Junte de generaciones musicales? Toma nota Pepe Dueño.

En fin, que como bien dijo Farruko, cuando se dirigió los padres y madres, enfatizando en todo momento que su acercamiento era con los sectores populares y pueblo trabajador, que “el problema no es el reggaeton, sino la educación que ustedes le proveen en sus casas a sus hijos”.

Se trató de un concierto inolvidable. Me declaro fan de Farruko.