Dos Caribes y una soledad…

Cultura

Dos Caribes se han ido en un mismo día. Nos sorprendió el día con la noticia de la muerte de Cheo Feliciano. Para muchos de nosotros esa madrugada se pareció demasiado a una madrugada en la que se anunciaba el descubrimiento de un cuerpo calcinado en el baúl de un automóvil del desaparecido Luis Vigoreaux. La música del Caribe, del Gran Caribe perdía una voz que supo dejar huella de solidaridad. En la tarde del mismo día nos arropó la noticia de la muerte de Gabriel García Márquez quien se distinguiera por ser otra voz, no de música pero de historias, que supo cómo retumbar en los arcos del poder de la cultura occidental. El Gabo y Cheo se han ido en mismo día. El Caribe sufre dos partidas y a su vez dos silencios.


Cien años de soledad, ahora de silencios, son el marco de referencia que nos dejan ambas partidas. Dijo El Gabo en 1986, en Cuba: ¿Dónde más? Qué América Latina y el Caribe habían padecido el siglo XX sin vivirlo. Se nos había robado el protagonismo, la agencia. Esto nos recuerda que las voces son silenciadas por medio del poder y que las que se hacen escuchar lo logran de frente al poder que trata de silenciarlas. La pérdida de Cheo Feliciano y Gabriel García Márquez es la pérdida de dos voces que se afanaron en enseñarnos a hablar.

Esa palabra perdida durante tanto tiempo es la que se debe recuperar ahora. Sus silencios milenarios, cien años o más, no deben ser una imposición sobre nuestra capacidad de asumir las riendas de nuestra historia. Hablar, en el caso de Cheo por la música, en el caso del Gabo por la letra, es un acto de justicia. Ahora lo que queda es asumir con responsabilidad ese silencia y así dejarnos abrumar por lo verdadero de sus partidas.

Nada más simbólico que la partida de dos voces como las de Cheo y el Gabo en un Jueves Santo, nosotros, Caribes, tan dados a creer en actos de magia, desapariciones, revelaciones y coincidencias, esas partidas tienen que ser también interpretadas. Hay un grito, en el jueves sacerdotal de la tradición católica, cuando dos voces del Caribe se van, pero nos dejan sus inspiraciones. El Gabo, en Cuba en 1986 dijo que la cultura de América Latina y el Caribe, somos una sola realidad, era una cultura de resistencia. “Es una cultura de resistencia que se expresa en los escondrijos del lenguaje, en la vírgenes mulatas- nuestras patronas artesanales-, verdaderos milagros del pueblo en contra del poder clerical colonizador”.

Esa cultura no se puede perder, Salsa, Literatura, puro Caribe se han ido dos Caribes, pero aquí queda Caribe completo asumiendo el rol de agente transformador. Hay una cultura de resistencia que se enfrenta al poder colonizador para impulsar su propia descolonización. Se han ido dos Caribes. Quedamos los demás.