Regreso ocho años después a la ciudad de Sucre en Bolivia. Es la segunda capital de dicho país, pues aquí yace la Corte Constitucional, el máximo órgano rector de lo jurídico,el cual interpreta los alcances de la Constitución nacional y la ley. A esta ciudad vine en el 2006 a trabajar con la Asamblea Constituyente de Constitución. Bajo las reformas constitucionales que se definieron a la llegada del Movimiento al Socialismo (MAS) dirigido por Evo Morales, entonces presidente de la República y actualmente aún en el cargo, se estableció que dicha asamblea constituyente debía elaborar un nuevo documento capaz de representar la compleja realidad nacional de este país.
Ocho años después, El Estado Plurinacional de Bolivia es una realidad. Es un país, donde a partir de su carta magna, la Constitución, se ha sabido consolidar una forma de ver el mundo que es bastante única. En particular porque Bolivia convirtió en ciudadanos de derechos, atributos y obligaciones, no solo a individuos sino a cuerpos étnico-nacionales, que en otrora no había obtenido un reconocimiento formal por parte del cuerpo político. En eso su carácter plurinacional, representativo de la diversidad.
Pero posiblemente de los más grandes aciertos que se han hecho a partir de esta nueva Constitución, fue controlar los bienes naturales del país y ponerlos al servicio de su población. No sin contradicciones esto se ha sabido hacer y ha permitido un desarrollo material impresionante para la población. De igual forma, la población ha visto los cambios materiales como positivos, y tanto las poblaciones históricamente excluidas como la llamada oposición política, se han sumado al proceso político.
En fin, que regreso ocho años luego a Sucre, en Bolivia, para ver un país en desarrollo, próspero, y con una de las Constituciones más modernas del planeta.
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