“Un PR sin puertorriqueños”
Edwin Miranda (dueño de la nefasta agencia de publicidad COI)

(San Juan, 1:00 p.m.) Anoche la reconocida escritora de origen boricua, y residente en los EE.UU., Esmeralda Santiago presentó en casa llena en la sede principal del Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP), su más reciente obra, Las Madres.  La misma se publicó en inglés inicialmente, y ayer se presentó la traducción al español en Puerto Rico.  La obra, como se espera de la escritora Santiago, debe ser extraordinaria y debe ser bien recibida.  Ahora bien, de esto no es lo que voy a conversar hoy, sino de lo que constituye hoy el concepto de la nación boricua a la luz del efecto de la comunidad diaspórica en nosotros, los que somos colonialmente territoriales.

El problema nacional, el de los boricuas de la isla de Puerto Rico, es que hasta hoy hemos creído que nosotros constituimos una nación que bajo los términos clásicos tenemos una identidad común, un idioma común, una cultural social común, y sobre todo un territorio común. Hasta aquí vamos en lo clásico, en lo tradicional. En lo que hasta el día de hoy se ha parado frente al gobierno de Washington para afirmar no a la estadidad, y no a las agresiones contra el pueblo por parte de los imperialistas, los inversionistas, y sobre todo los corruptos.  Hemos sido hoy nosotros, el pueblo, los que nos hemos defendido contra todos y todas aquellas que intentan destruir nuestra cultura nacional.

Por lo tanto la diáspora, hoy alegadamente compuesta por cinco millones de personas que se asumen como puertorriqueña en suelo norteamericano, redefinen nuestra noción de nación y patria, a partir de otras experiencias que ya no se tienen en el territorio colonial de Puerto Rico, sino en la experiencia a partir de los EE.UU.  Por lo tanto, hablar de la diáspora hoy es hablar que ser puertorriqueño, el espejo original, es esa experiencia, y no lo que surge a partir de Puerto Rico, el territorio colonial.   Esto es una modificación, algo así como decir que Turquía hoy es Alemania, o que Italia es Nueva York.  No es cierto, pero en el territorio colonial hay interés de que sea así.

Leer más...

(San Juan, 12:00 p.m.) Aquella noche me despedí de Don Pepe Ferrer Canales sin imaginar que sería la última vez que lo vería. Tras terminar un recital de textos martianos en la Casa Aboy con mi querido amigo Américo Boschetti, Don Pepe, junto a su inseparable compañera, la profesora cubana Doña Ana Hilda Betancourt, se me acercaron para decirme que iban a Cuba a renovar sus votos matrimoniales en Santiago de Cuba. Quedé profundamente conmovido y sólo atiné a decirles que esperaba verlos al regreso del viaje para que me contaran sobre esa singular experiencia.

Volví a ver a Ana Hilda en el Ateneo Puertorriqueño la noche en que velaba los restos de Don Pepe en compañía de Ruth Fernández y Carlos Delgado-Lassalle. Esa noche mi mente se remontó a la ocasión en que conocí a Don Pepe en el Ateneo Puertorriqueño en una de sus brillantes disertaciones sobre José Martí y las veces en que viajamos a distintos sitios en la isla para compartir recitales en que Don Pepe hablaba sobre el Apóstol mientras yo recitaba algunos de sus textos. Una vez de regreso de Utuado reí cuando le escuché decir: “Ud. y yo estamos como el gordo y el flaco, claro, yo soy el flaco…”

Leer más...

Antonio Benítez Rojo en La isla que se repite, nos plantea al Caribe como un meta-archipiélago que goza de “la virtud de carecer de límites y de centro”, y que se mueve “en una dirección aproximada”. Su complejidad se ha fraguado en el acontecer cronológico de la historia universal, de los diversos discursos económicos y de los encuentros y desencuentros étnico-culturales. De esta manera, tal como Juan Bosch y Charles Gerard Pierre, el autor entrelaza la historia del Caribe a la del capitalismo mundial.

Leer más...

(San Juan, 10:00 a.m.) Los innombrables es la última publicación de la poeta Iris Tocuyo-LLoveras. El poemario es una publicación de La Bodeguita de Iris/F.A.I.N.E. La portada es una impresionante fotografía de un hombre golpeado por la vida que en un rictus agónico recoge el simbolismo del poemario. La foto fue tomada por la escritora. Las impresionantes imágenes que engalanan el libro son también de Iris.

Leer más...

(San Juan, 12:00 p.m.)

Quizás no estuve muy atenta

Perdí de vista las complejidades de tener un amado

De ver que al igual que el año tiene estaciones

Nuestro amor también las tenía

Viendo paralelos en momentos donde conectábamos con nuestro alrededor y entendiendo al fin la creencia de que todo está interconectado

Curioso que nuestro amor haya surgido en primavera

En ese tiempo de renacer y florecer

No dudo que hayamos plantado la semilla mucho antes

Pero nuestro amor germinó al mismo tiempo que los flamboyanes se volvieron rojos

Llegó el verano y éramos eternos

Nos dejábamos llevar como las olas del mar y todo se sentía liviano

Todo era aventura y diversión

Excepto cuando fue calor y desesperación

Entonces llegó el otoño y con el los huracanes

No podía entender cómo llegaban

No había meteoróloga que me dijera con tiempo que se acercaba uno

Si la hubiese tenido quizás me hubiese preparado, quizás me hubiese ido

Leer más...

[Nota editorial: La película bajo discusión ha recibió tres reacciones en este diario.  Usted decide a su libre albedrio, cual debe ser su posición. Nosotros cumplimos con exponer la diversidad de reacciones].

La teoría de la conspiración de la organización extremista QAnon alega que Trump está combatiendo a una élite de pedófilos adoradores de Satanás. Este apoyo se manifiesta a través de la película Sound of Freedom (Dir. Alejandro Gómez Monteverde, EE.UU., 2023).

Leer más...

(San Juan, 10:00 a.m.) La recolección de los recuerdos es la piedra fundamental para construir la microhistoria. Sin embargo, los recuerdos deben estar acompañados de fuentes documentales verificables porque la memoria suele ser truculenta. Dos personas pueden guardar recuerdos diferentes de un mismo evento, aun mas, cada vez que contamos un suceso, le añadimos o le quitamos detalles. En épocas pasadas se utilizaban los diarios, donde corrientemente se escribían los eventos más significativos que la persona deseaba recordar. Los diarios eran testimonios no solo de los acontecimientos, sino de las emociones, el impacto individual y colectivo que estos eventos dejaban. El diario de Ana Frank es probablemente uno de los testimonios de vida más valorados. (Sobre la memoria, se puede leer el trabajo de Julia Lifanov, Juan Linde-Domingo, Maria Wimber. Feature-specific reaction times reveal a semanticisation of memories over time and with repeated remembering. Nature Communications, 2021; 12 (1) DOI: 10.1038/s41467-021-23288-5).

Andando por los caminos de la memoria, Néstor J. Irizarry Remus publicó este año su libro Vivencias donde hace un recorrido por su vida y su devenir familiar y comunitario en el sureño pueblo de Lajas. La obra es una publicación de Editorial Akelarre. La edición estuvo a cargo del aiboniteño y ex director de las imprentas de la Universidad Interamericana Recinto de San Germán y de la Universidad de Puerto Rico Recinto de Mayagüez, Humberto Hernández. El historiador lajeño, Pablo Crespo Vargas, realizó la diagramación y escribió el prólogo del libro.

Crespo Vargas destaca que, “El objetivo de esta obra es dar la oportunidad a otros… a que analicen el pensamiento y filosofía de vida que Néstor practica y que puede apreciarse a través de sus escritos”.

El libro cuenta con 194 páginas y 57 narraciones, redactadas entre el 2010 y 2019. Los ensayos, colocados en orden alfabético no temáticos ni cronológicos, narran hechos históricos, historiografía, política, relaciones humanas, ciencias sociales, tradiciones, cotidianidad y autoayuda.

En su obra Irizarry Remus demuestra sus amplios conocimientos por ser un gran lector y filósofo de la vida. El escritor empodera su narrativa con citas de sus autores y pensadores favoritos. En la introducción del libro, el ensayista indica que “Vivencias es un recorrido de nuestra vida desde la infancia hasta el presente”, pero añade. “cada escrito tiene un mensaje”. Al final, Vivencias es más que una recolección de experiencias, es un trabajo filosófico que te invita a replantearte la existencia y hacer los cambios necesarios para vivir mejor.

Irizarry Remus, profesor de historia, asegura que su intención con Vivencias es enseñarles a los estudiantes que “volver al pasado es vivir de nuevo”. “Siempre en nuestras vidas van a existir tiempos que fueron mejores. Cada caída nos enseña a levantarnos; las caídas no cuentan sino las veces que nos levantamos”.

Entre análisis de experiencias y pensamientos filosóficos, Néstor recolecta tradiciones lajeñas que lo han marcado, como lo son las misas de aguinaldo. Narra también sus recuerdos de la comunidad el Tokío, en el pasado un sector muy poblado en la entrada de Lajas cuando se viajaba desde San Germán.

El Tokío también era conocido como Ancones una extensión del nombre del barrio sangermeño que colinda con Lajas y cuya división lo es la Carretera 321. De hecho, mi prima ya fallecida, la historiadora y educadora, Dra, Lydia Padovani de Ortiz, siempre se refirió a la comunidad donde nació como Ancones. Haciendo eco en mi memoria, uno de los sectores más poblados del Tokío lo fue la barriada el Mamey, que al igual que la mayoría de las casas que engalanaban el área, desapareció a finales de la década de 1950 y principios de 1960 cuando el gobierno decidió construir una carretera para facilitar el tráfico entre Lajas y San Germán. Tristemente el proyecto no se llevó a cabo hasta el siglo XXI, no por donde estaba pautada originalmente la vía y como pasa en este país, la construcción quedó inconclusa por falta de fondos. A su paso, la nueva carretera destruyó caminos tradicionales (Las Canelas), ocultó lugares de gran valía ciudadana (las charcas del Mamey, un sitio de diversión y esparcimiento comunitarios) e históricos (túnel del tren).

En su ensayo “Maldita Guerra”, Irizarry Remus culpa a la guerra de Corea porque “ahogó a muchos de nuestros jóvenes de esa época en el alcohol”. En el escrito destaca el valor del Regimiento 65 de Infantería y reconoce a su padre, Roberto J. Irizarry Morales (recientemente fallecido) por haber combatido en esa contienda. Rememorando su infancia, Néstor escribió que creció escuchando a “los amigos de mi padre, a quienes considero héroes de combate y de la vida misma” contando las anécdotas de la terrible guerra “ahogadas por muchas ocasiones en un mar de llanto, testigo fiel de sus sufrimientos y también por el licor”.

Destaca el lajeño que la música jugó un papel importante en la vida de los soldados “reafirmando sus raíces con orgullo patrio y enlazando sus emociones y sentimientos”.

Leer más...

(San Juan, 11:00 a.m.) Guayama es la reina de la cultura en el sur. La Ciudad Bruja es cuna de escritores y músicos, señorona de la tradición de la bomba sureña, joya arquitectónica y rica en afectos que enamoran a los que la visitan y conquista a los que buscan un lugar donde sembrar sus raíces. Entre sus grandes seres humanos destaca la figura insigne de Nora Cruz.

Nora Cruz es una mujer multifacética, conocida principalmente por sus valiosas aportaciones como educadora, escritora y madre de la tradición ancestral de la bomba. Empero, hoy quiero escribir sobre Nora, la artesana, su proyecto Mahini (madre-hijas y nietas) y su legado. Nora es artesana de muñecas negras de trapo y más recientemente, muñecas de trapo y materiales reciclables.

La pasión de Nora por las muñecas de trapo surgió en la niñez.

“Las muñecas de trapo tienen para mí un valor incalculable”, nos dice la también conocida como Madre de la Cultura del Sur. “Las muñecas era el regalo que mi mamá me hacía el Día de Reyes. No había para nada más”.

“En una ocasión mami, Antonia Roque Escalante, quien me cosía mis trajes, debe haber estado toda la noche preparando mi muñequita con los sobrantes de tela de mi traje. Al ver la muñeca exclamé: ¡uao! Ellos me trajeron una muñequita igualita a mí”.

“¡Cuánta alegría y sorpresa recibí! Lo recuerdo tan vívidamente que escribí un cuento sobre el suceso”.

“Valorizo lo que las abuelas y madres hicieron para darnos a entender miles de cosas que ahora comprendo mejor. En honor a ellas trabajo mis muñecas y le enseñé a mis hijas y nietas el arte de confeccionar las muñecas de trapo”.

Nos cuenta Nora que aprendió el arte de la costura siendo muy niña. “¡Ay, mijo!, aprendí a coser con mami. Tenía que coser los rotos de las medias de mis hermanos. Así que me enseñó a coser a mano. Ya de adolescente, aprendí a usar la máquina de coser”.

“Lo menos que mami se imaginaba era que como maestra, me pasaría cosiendo los vestuarios de mis estudiantes”, agregó la matrona de la cultura guayamesa.

“Yo amo a mami y la recuerdo a través de mi trabajo artesanal. Es una de mis ancestras protectoras”.

Nora ya no llama a sus muñecas de trapo. “Todo evoluciona, ahora llamo a mis muñecas temáticas: patriotas, las compueblanas, las Tanyi, las recoge bolsas, las jíbaras, bailadores de bomba y bebés”.

Nora tiene cuatro hijas y tres nietas. A todas les enseñó a confeccionar muñecas.

Cada una de ellas ha utilizado las destrezas aprendidas para desarrollar proyectos, pero el principal sigue siendo Mahini.

Dando seguimiento a la tradición afrocaribeña que tanto ha inculcado Nora en sus hijos, su segunda hija. Eligmady Amaro Cruz, trabaja unas muñecas que se llaman las africanitas. Las muñecas de Eligmady se confeccionan con telas africanas y brillo. El tema de su hija es “el brillo de África vive en mí”. El éxito de la hija de Nora es tal, que sus muñecas están siendo expuestas hasta noviembre en el Puertorican Cultural Museum de la ciudad de Chicago. El proyecto cultural de Eligmary se llama Eli Arte. La artesana también usa el reciclaje para afirmar su herencia africana.

Elimagdy, quien es una estudiosa de las culturas africanas, además de artesana es, escritora, costurera, bombera, cantaora y compositora de bombas.

Por otra parte, su hija mayor, Nora Iliana Amaro Cruz, quien reside en Chicago, tiene un proyecto que se llama “Second Shine”. Nora Iliana coge piezas de ropa usada en excelentes condiciones y las transforma en obras arte usando bisutería, pinturas y con lo que aparezca.

La tercera hija de la madraza, María del Socorro Amaro Cruz, es la que coordina los vestuarios y las logísticas de las actividades culturales de Nora y sus hermanas. María, residente en Florida, es costurera, bailadora de bomba y cantante. Está trabajando un proyecto, que todavía está en ciernes, pero seguirá la tradición familiar.

Mi cuarta hija, a la que o parí, pero crié al quedar huérfana de madre, se llama Ivette Santiago. “Mis hijos biológicos la llaman mi nena”. Ivette es amante de los animales y su proyecto está relacionado con la defensa de los animales, mientras tanto trabaja la artesanía moderna con bisutería en resina.

La cuarta generación de doña Antonia Roque, son las nietas de Nora. Noryeth Ramos es la nieta mayor de Nora. Es estudiante de medicina, pero es la primera en fila para ayudar a su abuela.

Karelys Amaro, a quien la familia llama “la clona cultural” de la abuela, baila bomba desde los tres años y a sus trece años ya sabe coser en la máquina.

Lyanne y Marka Nieves Cruz, son las nenas de Nora. Aunque son criadas en Chicago son boricuas hasta la luna. Estas cantan y bailan bomba y son integrantes de Con mi verso y mi tambor, el grupo de baile de Nora. Lyanne, 18, trabaja las muñecas africanas de su titi Elimagdy, escribe cuentos y poemas y pinta.

Nora y su familia estarán en septiembre en Chicago para promocionar su proyecto Mahini. La familia ha sido invitada a participar en la Fiesta Boricua de Bandera a Bandera del Puerto Rican Cultural Center.

“Vamos como obreros de la cultura. ¡Llevo mis cuentos boricuas para mis niños de la diáspora! Me pidieron, además un recital con mi grupo dedicado a José de Diego pues ete año el festival está dedicado a Aguadilla”.

“Estoy muy orgullosa de mi familia, veo el fruto” dice una emocionada Nora.

Leer más...

Más artículos...