Tengo que decir, que la peor idea es sentarme frente a un televisor a ver “cine” , y combinar dos o más películas en una tarde de Viernes Santo. Es lo peor, pues más allá de a claustrofobia, está el tema que al ver más de una película de corrido, uno descubre el peso colonizador de la industria de cine de los EE.UU., lo que uno llama popularmente el cine de Hollywood. El rol de Hollywood es colonizar a uno y reproducir una lógica colonialista.
Con ese preámbulo me siento a ver la película Concrete Cowboy (Dir. Ricky Staub, EE.UU. 2020). Realmente hablando, es una historia fascinante de la cultura popular afroamericana, en la cual, y a partir del legado de la esclavitud, la Guerra Civil americana, y las leyes racistas Jim Crow Acts, los negros y negras urbanos desarrollaron caballerías en los centro de las ciudades para promover un sistema de transportación de carga con caballos. Esto los mantenía “ocupados” y con un trabajo, para evitar que las múltiples leyes de segregación los victimizaran todavía más.