La vi. No me pregunten mucho, pues poco entendí. Es más, me parece que es un tratamiento libre del profundo pensamiento de Franz Fanon. Pero ojo, dije libre. Us (Dir. Jordan Peele, EE.UU, 2019) es una interesante, aunque compleja, y a veces incomprensible película, del director, productor y guionista afro americano más cotizado en este momento en los EE.UU. Su nombre, Jordan Peele. Llevo meses diciéndolo, la desaparición de la empresa casi monopolística W Productions, ha sido le mejor que le ha pasado a Hollywood. En esta medida, el despegue casi meteorítico de Jordan Peele como un dios cinematográfico, ha sido una de las historias mejor contadas y más importante en la industria de cine. Él, sin lugar a dudas, es un genio que se las trae. Duro.
Es una película muy dura. Se te queda pegada a la piel. Es claustrofóbica. Sabes que al final, mueren. Te da pena y lloras. Hotel Mumbai (Dir. Anthony Maras, Australia, 2018), narra la historia de un ataque terrorista, de una célula de fundamentalista musulmanes, en la ciudad industrial de la India, Mumbai. Es una película donde realmente, la felicidad y la alegría no existe. Ni para los agresores ni para los agredidos. 
La vi en un avión ayer. Cuando investigué encontré que se había presentado en Puerto Rico de forma muy discreta el pasado 1 de noviembre de 2018. Parece que nadie la fue a ver. Ni las personas afroboricuas, ni el resto de la población se interesó por esta película. Es curioso, pero el racismo, como sus narrativas de exclusión e invisibilización tienen sus formas y maneras de hacerse presente en Puerto Rico. 
Ya está dicho. La vida es un comic. Si usted se lo cree, entonces debe investigar porque la industria del cine se ha concentrado tanto en los pasados años en producir películas a partir de las historias de dibujos plasmados en folletines a los cuales llamamos de una forma sencilla un comic. 
-Gracias a Dios se me está olvidando todo menos el primer día que comencé a dar clases en este recinto hace más de cuarenta años.- dijo el profesor Milán.
Nuevamente, la vi hace unos días en un avión mientras transitaba entre mundos. Lloré porque me conmocionó. Descubrí a Lady Gaga. Me encantó. Ahora soy su fanático. En fin, una película de amor, en estos tiempos, y donde pese a todo, uno debe dar fe de creer aún en el amor. A star is born (Dir. Bradley Cooper, EE.UU., 2018), la cuarta versión (1937, 1954, 1976 y 2018) que existe de esta película desde la inicial en el 1937, es una película linda donde cada vez que la hacen uno llora con alegría. 
La fui a ver pues se trata de la última apuesta del cineasta boricua Eduardo “Transfor” Ortiz. Consistente con sus otras 13 películas, Dominirriqueños 2 (Dir. Eduardo Ortiz, Puerto Rico, 2019) es su apuesta cinematográfica más consolidada desde la perspectiva de la estética, así como el guion y el reparto que participó en la película. 
Fui a verla, como siempre, porque todo cine es bueno. Ahora bien, cuando descubro que es cine británico me entusiasmo. La tradición del cine británico, poco conocida en nuestros laberintos, es un tema pendiente de nuestra agenda. Pero el cine que se produce en el Reino Unido de Inglaterra e Irlanda del Norte (no sin excluir a Escocia y Gales) es, simplemente, monumental.