Cine Caribe

La más reciente producción cinematográfica hecha en Puerto Rico versa sobre un personaje un tanto querido, un tanto siniestro: la muñeca llamada La Comay, la cual fue creada por el productor y manejador, Antulio “Kobbo” Santarrosa. Bajo la producción de Héctor Travieso Hurst, La Comay: aparente y alegadamente (Dir. Andrés Ramírez, Puerto Rico, 2014) se estrenó hace poco más de una semana en Puerto Rico, y la misma continua luego de dos semanas en cartelera. Para los propósitos de la conversación de cine hecho en Puerto Rico esta producción ha sido un éxito.

Con motivo de la sexta edición del Festival de Cine de Horror de Puerto Rico (Puerto Rico Horror Film Festival) se presentó la película mexicana Paciente 27 (Dir. Alex Alegre, México, 2014). La misma toma por base la repetición de una idea que ya otros han producido en el mundo anglosajón. Para otras versiones véase Patient 27 (Dir. Kent Allen y Justin Ament, EE. UU., 2011).

Se trata de un filme de obsesiones. Obsesiones por mentir y por destruir. En esta medida se trata de un filme en torno a la degeneración de las codependencias entre parejas. Cuando te quiero, te quiero. Y cuando te dejo de querer, estoy dispuesto a destruirte. ¿Historia conocida? Curiosamente se trata del filme Gone Girl (Dir. David Fincher, EE. UU., 2014), quien nos provoca una vez más con esta cinta.

El cine de la República Dominicana sigue dando de que hablar. Se va imponiendo como la principal industria de cine comercial del Caribe. Más aún, está teniendo la astucia de relacionarse creativamente con la industria de cine de Puerto Rico, y todo indica que lo mejor está por llegar. Que aún no hemos visto el futuro. Solo los albores.

Es posiblemente la película más compleja que haya visto durante lo que va del año 2014. Alejandro González Iñarritu, el cineasta mexicano que nos ha deleitado con grandes filmes como Amorres Perros (México, 2000), Babel (EE. UU., 2006), Biutiful (México, 2010), 21 Grams (EE. UU.-México, 2003), nos provoca ahora con la película que puede ser definida como su obra monumental a este momento: Birdman (Reino Unido, 2014). Birdman es, sin lugar a dudas, su obra maestra, y esto lo digo con criterio de juicio, muy superior a Babel.

Se trata de la historia de jóvenes urbanos cuyo único motivo es pintar paredes. Ras busca a su amigo del alma, Calvin, y ambos deciden participar de una gran pintada de protesta social urbana. Ellos asumen la voz del grito de las mujeres musulmanas encapuchadas, que en Egipto gritan libertad.

La última película del actor de cine afro-americano Denzel Washington, The Equalizer (Dir. Antoine Fuqua, EE.UU., 2014), es una película de acción, llena de recuerdos de otras películas también de acción. La diferencia es que en esta, actúa Washington, quien a lo largo de más de 30 años de carrera artística, ha sabido imprimirle un sabor, un sentimiento una devoción particular a sus personajes, los cuales en muchas ocasiones lograr mejorar la calidad de la película. Es decir. Denzel Washington convierte una pobre película en una gran película.

¿Qué usted debe hacer si al salir de su trabajo y regresar a su hogar se encuentra que en su cama matrimonial, su esposa y compañera de vida está sosteniendo relaciones sexuales con el jefe de usted? Pues así pasa al inicio de la película This is where I leave you (Dir. Shawn Levy, EE. UU., 2014), donde uno de los personajes, Judd Altman (Jason Bateman), descubre la infidelidad de su mujer, Penny Moore (Rose Byrne), quien venía participando del doble romance por un año. La depresión es total, pero se complica aún más la situación cuando a Judd se le muere el padre. Lo que es presente se convierte ahora en un reencuentro con el pasado y la memoria individual y colectiva. Se trata de volverse a encontrar con la familia.