Y sigo leyendo noticias que me aterran:
“Mientras las balas volaban en un club gay en Colorado Springs, donde dejaron cinco muertos y muchos heridos, un cliente que apenas unos minutos antes disfrutaba de la fiesta se puso en acción, arrebató un arma corta el sospechoso, le golpeó con ella y le redujo hasta que llegó la Policía apenas unos minutos después.