A Doris Caraballo

“Quiero esa muñeca, mami, esa, la quiero”. Grita y llora la niña señalando una de las muñecas amarradas en la fachada de una casa abandonada. La mamá tiene prisa de llegar a la peluquería, hace meses que no se arregla el cabello. En realidad ni tiene tiempo de arreglarse desde que la hija tiene tres años. Ya son tres años soportando sus caprichos y gritos. Agarra a la niña del brazo, pero esta se tira al piso y empieza a llorar. Las personas que pasan en los carros la miran, hasta el perro que deambulaba por los adoquines cercanos aceleró la marcha. Entran a la pequeñita peluquería sin letreros de doña Tata. San Juan está lleno de fantasmas y gatos, tenga cuidado con esas muñecas. Los gatos nos salvan de la ira del pasado, comentó la peluquera. La mujer se dejó lavar el pelo. Mientras la niña jugaba con unos gatitos en la terraza, por un rato la mamá se relajó. Cerró los ojos mientras acariciaba a uno de los gatitos que se había subido a su falda. Trató de imaginarse su vida si no se hubiera preñado del guardia de seguridad del condominio de su exnovio. Se sintió tan emocionada que tuvo un agradable orgasmo. Al terminar, pagó, escondió el gatito en su bolso y tomó a la niña del brazo. “Mami, recuerda la muñeca…”. Caminó cuatro cuadras hasta llegar a su casa y preparó la cena para ambas. Esa noche dejó al gato dormir en la cama con la hija. Despertó con los maullidos. Al abrir la puerta de la habitación, solo había una muñeca en la cama. La mujer respiró sonriente y la amarró en la fachada de su casa.

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A María de Lourdes Javier y Miguel Iker

“Acariciar, llorar, tal vez matar”, escuchó justo en el momento que levantaba el telón. Ya tu amor /es un pájaro sin voz...Raspó el güiro con calma, la cara inexpresiva.  Sentía el espíritu de Morel Campos, también el de su exmujer.  “Acariciar”.  Los adolescentes que tocaban los cuatros desafinaban. Dos mujeres y un niño reían. …ya tu amor / se perdió en mi corazón… El güirero sudaba, su mujer se había fugado con cantante. El público lo miraba fijamente, pero un niño jugaba con su iPod. Las dos mujeres, con el infame menor, lo miraban burlonas, igualito como su esposa lo miró aquella noche en la cama, cuando no se le paró.

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En noviembre del año 2013 tuve la grata sorpresa y el honor de conocer a la Dra. María Josefa Canino durante la lectura de un trabajo mío sobre la poesía del poeta puertorriqueño Víctor Fragoso, en la conferencia anual de la Caribbean Philosophical Association: Shifting the Geography of Reason. La misma se celebró en el Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe, en el Viejo San Juan. De ese encuentro, nace esta entrevista a una intelectual comprometida con el desarrollo de la cultura puertorriqueña y quien fuera íntima amiga de Fragoso.

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Entidad- Bhut / Según las creencias , el alma de una persona que tiene una muerte repentina o violenta, se sale del círculo de la reencarnación y se convierte en un fantasma desconcertado, confuso.

{...}La verdad se hizo cuchillo, lo apuñaló y venció {...} Amarilis Tavárez Vales

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A los 43 normalistas desaparecidos de la Normal Rural de Ayotzinapa, Mexico

Manos de masas que enlazan despeñaderos, pómulos saturados, rodillas que pelan la cabeza de secretos baldíos, respuestas que se deshacen ante las cuatro docenas de humildades desaparecidas. Se quema el sobre donde se esconden las tarjetas con los nombres de culpables, el calabozo y las armas… Se desvanecen los espacios, llantos intentan formar nubes para así espiar desde el cielo, las horas se hacen huellas en la rocosa esperanza, los días se caen en las aceras y parpadean entre susurros de posibles disturbios políticos y sembradíos de cadáveres.

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Todos los escritores----los grandes y los chupatintas -----han sido citados a juicio en el desierto del Sahara. […] Escribid cuanto queráis ---y tose ligeramente-----pero no por ello dejareis de estar acusados del delito de grafomanía […].

Virgilio Piñera.

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Puerto Rico literario, año 1930. El siglo veinte nos iba dejando en el mirador un manifiesto ulterior de la modernidad que se había iniciado en pleno siglo diecinueve. Las invenciones, que asombraron al mundo, comienzan a incidir sobre el arte y la literatura; basta mencionar al menos los postulados del futurismo de Marinetti y en Rusia el malogrado Vladimir Mayakovski antes de la bala del jamás, que nunca cegó su voz. El efecto que sobre la juventud europea de entonces causa una Primera Guerra Mundial, se vuelca en flamantes expresiones artísticas que nos traerán un movimiento como lo fue el dadaísmo con Tristán Tzara y un André Breton bellamente primario, en una esencial reacción de protesta adolescente en el  mejor sentido de la palabra, que, con gesto iconoclasta, irá vislumbrando los pesares y aquelarres de la guerra y de cómo el arte se pierde en el imposible de prevenir la muerte, el estrago, o esa soledad tan agria que solo brinda el estupor.

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