Hace ya siete años señalamos que de acuerdo con una de las leyes de la dialéctica materialista, los grandes cambios cualitativos siempre han estado precedidos de numerosos cambios cuantitativos. Estos últimos en muchas ocasiones se desarrollan de manera casi imperceptibles; los primeros siempre llaman la atención. De ahí que cuando se produce un cambio cualitativo, en la mayoría de los casos nos sorprenda preguntándonos cómo ha sido posible llegar al mismo sin percatarnos de su eventualidad.
Los cambios cualitativos constituyen importantes hitos en el desarrollo de las relaciones sociales, políticas y económicas. Impactan la historia con tanta fuerza que sus efectos suelen medirse a través de generaciones hasta que otros cambios de igual contenido y naturaleza ocupen un nuevo escenario histórico. Esta reflexión fue la hicimos en momentos en que se anunciaba al mundo aquel 17 de diciembre de 2014 los pasos dados por los principales dirigentes de Cuba y de los Estados Unidos, Raúl Castro y Barack Obama, anunciando el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países.