altTodos fuimos criados con miedos.

Solo que yo descubrí cómo asustar a los cucos.

El miedo es un harapo que deja a un país desnudo.

Vi el futuro en el vientre de una semilla.

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a la manera de Thiago de Mello
quien escribió “Los estatutos del hombre”

*

La era está pariendo un corazón…

Omara Portuondo

Pero si ya pagamos nuestros pasajes en este mundo,

¿por qué, por qué no nos dejan sentarnos y comer?

Pablo Neruda

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29 de julio del 2013

Bóveda infinita en azul imponente.

Césped inmenso, encendido lagarto.

Sierra Cresta de gallos bravíos.

Ahora carpinteros pájaros.

Enjambre digno de humanos.

Bosque guardián de Inriri-Cajuvial.

Partera de cambios.

Sobre todo del gen solidario.

Espora que viaja al mundo.

Que se adapta para mejorarlo.

Camagüey, Cuba. 29 de julio 2013.

CARTA A FIDEL

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después de Szymborska

(Poema inédito)

Prefiero la calle frente al cine

sus pequeños restaurantes repletos de gente

Prefiero los sauces llorones en Santiago de Chile

Prefiero a Lorca y su dama del río

a las ficciones de los hombres

Prefiero los vestidos remendados de mi abuela

el testamento de mi madre en la voz de mis hermanos

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Thalía Cuadrado la conocí hace poco más de una década. En los devenires de la vida, me he relacionado con ella tanto en los planos profesionales como en la amistad. De un tiempo para acá noté que la destacada psicóloga de pareja, columnista asidua en los sistemas de prensa, y persona imagen en los sistemas mediáticos, también había iniciado una expresión artística por vía de las artes plásticas y la producción de cuadros de mandalas.

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Columpiarse en el suspiro de una boca pintada de humo… esa es la imagen que retengo en mi memoria cuando termino de leer este magnífico libro de Marielis Acevedo Irizarry. Una poesía que se columpia entre dos islas, Puerto Rico y Manhattan. Una mujer que se desliza de los brazos seguros de un padre bajo el árbol de cereza de su niñez, para navegar el mundo erguida. Esta es la voz de una mujer que se asume libre, y desde su pasión poética, nos lo devela en la mirada de las inmigrantes, en los ojos perdidos de algunas en el tren, desde su arrebatada pasión por un hombre que no sabe que es amado, ese que no llega, pero el mundo ha hecho el amor con mi sombra, nos dice.

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